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Joost Kruissen (Director general del hotel La Zambra Resort Mijas-Marbella)
En un entorno de alta competencia hotelera, destacar no es solo una cuestión de lujo; es una cuestión de alma. La Zambra Resort, ubicado en el corazón de Andalucía, entre la vibrante Málaga y la lujosa Marbella, representa el perfecto equilibrio entre tradición, cultura y excelencia, ofreciendo un lujo que va más allá de lo superficial, algo que no ha dejado indiferente a la guía Michelín que le ha otorgado su primera llave Michelín.
Joost Kruissen, director general de La Zambra, destaca que la clave del éxito del resort reside en su capacidad para diferenciarse a través de la autenticidad y del compromiso de su equipo. «Nuestro equipo humano es el corazón del resort. A través de ellos transmitimos los valores de la marca, ofreciendo un servicio cálido y auténtico, que refleja la riqueza cultural de Andalucía. Esta dedicación fue reconocida cuando recibimos el premio al Mejor Equipo Humano en la revista internacional Condé Nast Traveler del año pasado», comenta Joost.
Uno de los pilares fundamentales de esta distinción es su experiencia gastronómica. El resort alberga cuatro restaurantes que capturan la esencia de Andalucía de manera única. Picador rinde homenaje a los sabores tradicionales andaluces con un toque contemporáneo; Palmito se centra en cocina mediterránea, utilizando ingredientes de proximidad para crear platos que celebran la tierra; Bamboleo, inspirado en el glamour de la época dorada de la Costa del Sol, ofrece platos innovadores y cócteles de autor que rinden homenaje a esa era icónica. La Bartola, un lugar que captura la relajada esencia de los chiringuitos con sus espetos y sangrías. Cada restaurante refleja el compromiso de La Zambra con la calidad y la autenticidad, elevando así el estándar de excelencia culinaria.
Además de su exquisita gastronomía, La Zambra ofrece experiencias que permiten a los huéspedes sumergirse en la cultura andaluza. Entre las actividades más destacadas se encuentran los coloridos espectáculos de flamenco, que llenan de pasión y arte las noches del resort, y las clases de cocina andaluza, donde los huéspedes pueden aprender a preparar platos típicos de la región de la mano de chefs expertos.
«El lujo que ofrecemos no es solo físico, es emocional. Queremos que nuestros huéspedes vivan y sientan la cultura en cada momento de su estancia», añade el director.
«Nuestro objetivo es que esa conexión sea profunda y auténtica, más allá de lo material, generando recuerdos y experiencias únicas», concluye Joost Kruissen.
En un mercado globalizado, La Zambra Resort ha encontrado su diferenciador en la excelencia y la tradición. Un refugio donde el lujo se entrelaza con la cultura andaluza para ofrecer una experiencia hotelera única y exclusiva.
