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Lograr un servicio global financiero y mejorar la resiliencia operativa y tecnológica

Lograr un servicio global financiero y mejorar la resiliencia operativa y tecnológica

Guillermo García Morillo (Responsable Territorial SUR de Ibercaja)

Ibercaja se fundó en 1876, y, por tanto, tiene 147 años de historia. Es uno de los grandes grupos bancarios españoles que cuenta con 1,7 millones de clientes en todo el país, 888 oficinas, 5.063 empleados y un volumen de actividad superior a 101.000 millones de euros.

A través de su actividad financiera y la gestión de activos y seguros, la entidad tiene la firme vocación de aportar valor a sus clientes bajo el propósito de «ayudar a las personas a construir la historia de su vida», reconoce Guillermo García Morillo, responsable territorial de Banca Privada y Personal SUR de Ibercaja.

La profesionalidad, la cercanía y el compromiso social y territorial son algunos de los rasgos diferenciales de Ibercaja, manteniendo el mismo espíritu de contribución al desarrollo económico y social con el que se fundó.

Ibercaja tiene origen de caja de ahorros y sus cuatro fundaciones accionistas, entre las que cabe destacar la Fundación IberCaja, que posee un 88% del capital del banco, son ‘herederas’ y continuadoras de las históricas obras sociales de las cuatro cajas originales.

Esto influye en la propia forma de hacer banca, un modelo basado en la confianza y la relación personal, que pone al cliente en el centro. Esta característica general, se acentúa más si cabe en Málaga, y podríamos decir que en toda Andalucía, entendiéndola de forma amplia y sin tópicos, donde por su idiosincracia o forma de ser, se vuelve fundamental e imprescindible.

Este año «hemos puesto en marcha un nuevo Plan Estratégico, ‘Ahora iberCaja’, que va a ser nuestra hoja de ruta hasta final de 2026 y que presentó nuestro consejero delegado a toda la plantilla durante los pasados meses de mayo y junio. Este Plan Estratégico se estructura en torno a dos grandes programas, cliente y resiliencia, y tiene dos objetivos clave: conseguir una rentabilidad sostenible en el tiempo, en unos niveles que permitan a la entidad cubrir su coste de capital; y seguir incrementando los ratios de solvencia del banco», argumenta Guillermo García.

Entre los retos, está lograr una propuesta de servicio global financiero, que sea realmente reconocida y apreciada por sus clientes objetivo, tanto particulares como empresas, así como mejorar la resiliencia del banco, no sólo la operativa y tecnológica, sino asimismo su capacidad de respuesta como organización.

Para el ejercicio 2024, el Plan Estratégico está dotado con un presupuesto específico de 45 millones de euros que, sumados a los recursos previstos en el presupuesto ordinario, totalizan 110 millones de euros de inversión para este año en Ibercaja, de los cuáles más de la mitad irán destinados a la transformación tecnológica, operativa y comercial.

En los últimos 15 años, las entidades bancarias han aumentado la productividad y eficiencia recurrente de manera considerable, lo que ha supuesto una mejora de la rentabilidad.