Ubicado en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga, Óleo Restaurante nace para ofrecer a sus clientes una cocina actual a través de una apuesta en la que se une la tradición malagueña con un toque de autor a manos de Sergio del Río junto al exquisito sushi que prepara Rui Junior. Óleo Restaurante comenzó su andadura en 2013 con una plantilla de cinco empleados, que hoy en día se ha incrementado hasta 22 personas, según detalla el cofundador del establecimiento, Sergio del Río, que asegura que uno de los principales retos del sector de la restauración es la competencia dentro del mismo, «debido al crecimiento económico que se está dando en Málaga, principalmente por el turismo. Esto también nos lleva a la necesidad de una búsqueda continua de trabajadores ya que al aumentar la oferta gastronómica aumenta la necesidad de personal», añade.

Para Del Río, otra de las cuestiones que está influyendo es la subida «notable» de los precios de la materia prima. «Por tanto, sube la facturación, pero no la rentabilidad del negocio, y eso hace que tengamos que ir adaptándonos como podemos a estos cambios». Pese a todo, está siendo un año positivo para la firma, ya que debido al crecimiento que se está dando en el centro de Málaga, la clientela se está extendiendo al Soho, donde Del Río regenta tres restaurantes (Óleo, Fideo Ramen y No-Vo). «También la apertura del nuevo puente que conecta el Soho con El Perchel da mayor accesibilidad a la zona», asegura.

No-Vo, con Guille Torralvo al mando, ha sido la última incorporación del grupo, y bebe de la tradición asiática y del ‘universo Óleo’, pero que vuela con alas propias. Su carta busca una sinfonía de sabores en la que tiene un importante papel la cocina ‘nikkei’, latina y por supuesto mediterránea. Junto a Óleo y Fideo Ramen, el equipo de la compañía ya suma más de 30 trabajadores en sus tres restaurantes. Según detalla Del Río, el principal objetivo es que estos tres negocios sigan creciendo y funcionando, «sobre todo los más nuevos». «Queremos atraer al público a nuestros restaurantes y que nos elijan entre toda la competencia de los alrededores. Nos esforzamos en dar calidad tanto al producto como a la atención al cliente, intentando que esto no afecte mucho al bolsillo», subraya el fundador de Óleo, y asegura ser «muy consciente» de todo lo que está ocurriendo en el sector en la ciudad. «Llevamos muchos años trabajando para que nuestro público se vaya con buen sabor de boca cada vez que viene a visitarnos. Por eso, nuestro mayor objetivo es poder seguir atendiéndolos como se merecen y trabajar cada día para mejorar los inconvenientes que van surgiendo».