Airzone es un empresa centrada en el control de climatización, que centra su actividad en la investigación, desarrollo, fabricación y comercialización del consumo energético en un mercado global. Su fundación se produjo en 1997 y, ahora, se encuentran en una etapa en la que Airzone ha alcanzado la madurez necesaria para entender su papel a escala general. En este momento, aspiran a que no haya ninguna instalación sin control, lo que se traduce en un proyecto de expansión geográfica y de diversificación de su cartera de productos, explica la directora general de Mercados, Desarrollo Corporativo y Atención al Cliente de Airzone, Mº Carmen González, quien detalla los objetivos. «Mantener la calidad de nuestros productos y servicios. Esto implica depurar nuestros procesos existentes y diseñar los nuevos. Uno de los más importantes es la formación. Necesitamos integrar rápidamente a los nuevos miembros de nuestro equipo y mantener al día de las nuevas tecnologías y soluciones a los demás. La vigilancia tecnológica y la inteligencia competitiva también son un foco de atención importante para nosotros».

Un sector, el de la climatización, que se encuentra en un momento de expansión:en 2022 ha crecido un 21%, duplicando el crecimiento de 2021. Una de sus claves es ser decisivo en la lucha contra el cambio climático. Los principales factores que marcan este sector son las iniciativas que regulan el uso de los refrigerantes, que causan mucha incertidumbre, y el reemplazo masivo de calderas de gas por instalaciones de aerotermia, relata González: «Nuestro segmento de mercado, el de regulación y control de la climatización empieza a ganar protagonismo a medida que los usuarios descubren el potencial de ahorro y confort que aportan nuestros productos. Es uno de esos casos en el que lo que es bueno para el cliente se traduce en beneficios para el planeta, porque cada sistema Airzone evita la emisión de la misma cantidad de CO2 que 45 árboles».

Asimismo, Airzone ha experimentado un crecimiento del 50% en los últimos cuatro años. Y, este año, han superado la barrera de los 100 millones de euros. Desde la empresa prevén que, en poco tiempo, entrarán a formar parte de las llamadas ‘Middle Market’, con alcance global, facturaciones en el entorno de 250 millones de euros y, aproximadamente, 1.000 empleados. Como futura inversión, la directora general apunta a una nueva planta de producción de 5.000 metros cuadrados en la calle Severo Ochoa del Parque Tecnológico. «Esta nueva infraestructura traerá consigo la modernización de los procesos industriales, el poder combinar técnicas avanzadas de producción y operaciones con tecnologías inteligentes», concluye.