Adlanto es una empresa internacional de nueva generación, pero con años de trayectoria profesional, especialista en gestión inmobiliaria integral, que colabora con inversores y propietarios en la gestión y desarrollo de proyectos a escala global. Cuenta con una experiencia de más de 30 años y se encuentra en España, Argentina, México y Estados Unidos y ya tiene vistas de invertir en Isla Margarita y Venezuela. Actualmente, están muy centrados en el turismo, ya que lo consideran el «oro del siglo XXI», así lo explica el CEO & fundador de la empresa, Ignacio Moreno: «Estamos desarrollando en Quintana Roo, en el Mar de Cortés, en Isla Margarita, en Mendoza, todo ello centrado en unidades turísticas. No dejamos la primera vivienda, pero esta se reduce a Argentina y Estados Unidos. Por otro lado, estamos creciendo bastante en análisis y gestión de carteras patrimoniales tanto de instituciones, como de empresas o familias». En cuanto a los objetivos, desde el punto de vista territorial, buscan una mayor penetración en el mercado estadounidense. Además, Adlanto también tiene una mirada humana y centra uno de sus focos en la preocupación por sus trabajadores, priorizando que se sientan a gusto en la empresa y, así, puedan cumplir sus objetivos personales y profesionales.

En cuanto al sector, desde Adlanto consideran que la nueva Ley de Vivienda es un lastre para el crecimiento y que no se pone el foco en los problemas reales:el encarecimiento de la vivienda, los tiempos administrativos y la ausencia de una banca pública. Sin embargo, la empresa sigue con el crecimiento que ha tenido tras la pandemia y no cree en la paralización del sector en ninguno de los lugares en los que se encuentran, a pesar del incremento en los tipos de interés. «Consideramos que la última unidad debe venderse con el último ladrillo puesto, por lo que la ralentización no ha venido mal. Además, nuestros datos, en general, son muy buenos. Argentina, por ejemplo, que pensábamos iría a un descenso importante en ventas, porque siempre se ve afectada por los periodos electorales, en esta ocasión ha mantenido un ritmo de ventas que no esperábamos. En el resto de los países, aquello que teníamos en nuestro plan del año, se ha cumplido», asegura el CEO.

En cuanto a las sombras del negocio, apuntan a que vienen de los plazos, del incremento de costes durante el proceso y de los ritmos y dificultades ante la administración. Sobre las luces de la empresa, destacan la satisfacción por terminar bien una vivienda, que le sea de utilidad y satisfaga a quien la compró. «Uno siempre se acuerda de quien compró su casa, aunque la marca en nuestro sector tenga poca relevancia», reflexiona el fundador de Adlanto.