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Vicente Morató Sánchez, socio director de Martínez-Echevarría Abogados
Este 2023 están de celebración en Martínez-Echevarría: el bufete malagueño cumple 40 años desde que se fundó en la provincia. Cuatro décadas con una gran apuesta por ofrecer al mercado el mejor Derecho le avalan como una firma con garantía de seguridad jurídica comprometida con los intereses reales de los clientes. Sus sedes recorren toda Andalucía desde Málaga capital, Sevilla, Granada, Córdoba, Almería, Marbella, Fuengirola, Estepona, Manilva y Sotogrande hasta las nuevas de este 2023 en Elviria (zona este de Marbella) y las próximas que llegarán en Benalmádena (Puerto Marina). Destacan también sus centros en Madrid, Portugal y Turquía, desde donde completan parte de las operaciones más internacionales.
Los datos de facturación de 2022 en Martínez-Echevarría están rozando los 24 millones de euros, algo que les afianza con un gran papel de líder en Andalucía y uno de los bufetes más fuertes a nivel nacional. Tras analizar los datos del año pasado, el socio director Vicente Morató Sánchez hace una valoración de la situación actual: «Destacamos nuevamente nuestra relevante posición como el despacho con más presencia territorial en Andalucía. Y lo destacamos por ser la característica de mayor valor para los clientes a quienes no les importan otras magnitudes, pero sí la posibilidad de recibir un asesoramiento basado en el mejor Derecho, cercano y de proximidad, además de coherente con su realidad empresarial y equilibrado en honorarios».
Su compromiso con la excelencia es un valor que destacan año tras año como el primordial para seguir adelante con su trabajo y clientes nacionales e internacionales. Desde que naciera en 1983, el despacho apostó por la calidad con un gran equipo que actualmente llega a más de 300 profesionales dentro de lo que consideran un despacho moderno, adaptado y preparado para dar respuesta a las necesidades más exigentes que demandan a los despachos de negocios las empresas nacionales e internacionales con las que operan.
Desde este bufete malagueño no dejan de lado a los clientes particulares que, a pesar de no ser empresarios, requieren para sus asuntos familiares y personales los servicios jurídicos de calidad y adaptados a su condición. Entre sus retos y objetivos, Vicente Morató destaca uno que les hace especial ilusión: «Dar respuesta positiva a las peticiones que recibimos de pequeños y medianos despachos que quieren unirse a nuestra estructura empresarial para aprovechar la plataforma de conexión con el mercado que un despacho de mayor tamaño y más estructurado como nosotros puede ofrecerles».
